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El Barrio Estación se constituye en la ciudad de Antofagasta, provisto de un gran valor cultural y patrimonial, su tejido histórico lo propone como uno de los barrios más importantes de la ciudad. Su trama habitable le otorga características de un barrio obrero singular en su arquitectura, que va de lo calichero a la modernidad abriendo una serie de emprendimientos y servicios que vinculan a sus estudiantes con el barrio.
Esta actividad logró beneficiar directamente a la comunidad organizada del Barrio Estación (BE), siendo al menos 50 personas articuladas en base a la Junta de Vecinos, y en forma indirecta, el conjunto total de residentes del barrio, representado por un número aproximado de 3.000 personas, como también sus estudiantes, a través del ejercicio metodológico del Aprendizaje Servicio, utilizando el BE como laboratorio de ideas.
125 estudiantes de las carreras de Diseño Gráfico y Técnico en Diseño Digital y Publicitario del Instituto Profesional Santo Tomás sede Antofagasta, participaron de una serie de proyectos con clientes reales generando un vínculo de experiencias con la realidad del diseño, desde la generación creativa hasta los factores presupuestarios.
A su vez, Santo Tomás generó valor social en el proceso de trabajo comunitario desarrollado con vecinos y locatarios del barrio, aportando a la solución de los desafíos CORFO de “Crecimiento y Desarrollo Sustentable” y “Diversificación económica en base a capacidades del territorio”. Bajo esta concepción, la marca adquiere visibilidad social, acción coherente con los argumentos de innovación social que la sede Antofagasta ha puesto como prioridad.
Gracias a esto, el proyecto genera el desarrollo de un polo de diseño donde los estudiantes y la comunidad de Santo Tomás comparecen ante un ejercicio que se ve sistematizado y compartido por invitados nacionales e internacionales, como el presidente de la junta de vecinos del Barrio Yungay y la gerente del Centro Metropolitano de Diseño de Buenos Aires Argentina, respectivamente. En cuanto al entorno, permitió formular participativamente desde la experiencia e inputs proporcionados por los propios vecinos procesos de diseño que permitieron la consolidación de un barrio que carecía de una imagen.